La aventura un día tomó lugar desde la aldea de La Soledad,
el ascenso al volcán Acatenango. Una aventura que da muchas recompensas por el
esfuerzo. Una espectacular vista al Volcán de Fuego con toda su elegancia, luciendo
lo sublime de la belleza e imponencia de la naturaleza
.
La caminata comenzó desde la aldea, en unas enormes siembras
de milpa. El camino al inicio tiene unas vistas muy buenas en los caminos de
las siembras, hasta llegar al famoso Árbol Hueco.
Después de las siembras sigue un bonito y fresco bosque
nuboso con una vegetación densa, donde por primera vez tuve la oportunidad de
apreciar la flor llamada “Mano de Diablo”, una curiosa flor roja con forma de
mano con dedos que a la vista se ven filosos.
Cuando llegamos al Conejo nos dimos la oportunidad de comer
algo para volver a agarrar fuerzas.
Las Tres Marías fueron una parte que nos sacó el jugo, un
camino que exige una gran fuerza de voluntad para seguir.
Después de subir las Tres Marías llegamos al camino para
pasar por el Pico Yepocapa, una de las dos cumbres de este volcán. Desde este
lugar ya podíamos ver la cumbre más alta del Acatenango, junto con ella también
estaba el último tramo del sendero.
Esta fue la parte que nos impulsó a seguir el último tramo,
pero el sendero se veía como una última prueba de nuestra voluntad por seguir.
La última subida es conocida como “La Maldita” y el nombre en lo personal, si
pienso que fue un nombre bien pensado.
Durante La Maldita, las fuerzas comenzaban a escasear, ver
para arriba solo ayudaba a quitar parte de lo ánimos. Luego de solo seguir
caminando, de repente ya estaba a punto de llegar a la cumbre. Comencé a
caminar un poco más rápido por la emoción y al llegar, lo primero que hice fue
quitarme la mochila y abrazar a mis compañeros.
Mientras almorzábamos, el Volcán de Fuego demostraba ser
coqueto como siempre, nos enseñaba su poder.
Comenzamos a descender, y tomamos la ruta de Los Cazadores.
La bajada fue un poco más relajante por sus caminos de arena donde podíamos
deslizarnos.
The
adventure took place one day in La Soledad, the walk to Acatenango. An
adventure that gives many rewards for the effort. A spectacular view of the
Volcán de Fuego with all its elegance, wearing the sublime beauty and grandeur
of nature.
The walk
started from the village, between huge cornfields. The initial part offers a
nice view of these cornfield, until you reach “El Árbol Hueco”
After the
cornfields follows a nice and cool cloud forest with dense vegetation, where I
had the opportunity to appreciate the flower called "Hand of the
Devil", a curious red flower shaped like a hand with fingers that at first
sight, look sharp..
When we
arrived at El Conejo, we gave us the opportunity to eat something to regain
strength.
Las Tres
Marias was a part that challenged us, a path that requires great willpower to
keep walking.
After
climbing Las Tres Marias we hit the road through the Pico Yepocapa, one of the
two peaks of the volcano. From here we could already see the highest peak of
Acatenango, along with it also was the last part of the trail.
This was
the part that encouraged us to keep with it, but the trail was seen as a final
test of our will to continue. The final part is known as "La Maldita"
and personally I think this name was well earned..
During La
Maldita, strength began to run low,watching up just helped remove part of the
will. After walking for a while, I realized that the end of the trail was
there. I started walking a little faster and upon arrival, the first thing I
did was to take off my backpack and hug my teammates.
We began to
descend, and take the “Ruta de los Cazadores”. The descent was a bit more
relaxing for its sandy paths where we could slide.
- Yayo
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